10 ene 2011

Una guía debajo del brazo

A veces los viajeros no son conscientes de la importancia que tiene informarse antes de poner rumbo a un nuevo destino. No solo por conocer un poco la cultura, la sociedad o las precauciones que, para algunos países, es necesario tomar, sino también porque, en ocasiones, existen maravillas ocultas que obviamos solo porque no son objeto de los paquetes turísticos que las agencias de viaje proponen.

Una propuesta para estar bien informados, es hacerse con una guía de viaje.

¿Una guía? ¿para qué?

Las guías de viaje son pequeños libros que ofrecen información detallada sobre ciertos lugares del planeta. Se pueden encontrar guías de países, regiones, ciudades, parques naturales… y estas las podemos adquirir, por lo general, en cualquier librería.
Hay guías de todo tipo. Algunas se centran más en mostrar los típicos lugares de un país y en indicar mediante mapas como acceder hasta ellos, dónde comer, o dónde alojarse. Por otra parte podemos encontrar guías mucho más completas en las que se ofrecen consejos sobre qué medio de transporte es el más adecuado para ir, qué precauciones hay que tomar antes de visitar un país, referencias geográficas, históricas, sociales y culturales, cómo desplazarse, lugares para comer, comprar o simplemente hacer turismo.

La Guía Azul y Lonely Planet

Estas son dos de las mejores guías de viaje que, a día de hoy, podemos encontrar en el mercado.

La Guía Azul, comercializada por el grupo Anaya, es una de las que más tiempo lleva comercializándose y presume de tener producción propia en castellano. Sus guías las definen como turístico- practicas; en ellas puedes encontrar información adicional sobre seguros, visados, sanidad, embajadas, costes del viaje e incluso consejos para las chicas si viajan solas o los viajeros homosexuales. A primera vista pueden parecer un poco densas dada la gran cantidad de páginas con las que algunas de sus publicaciones cuentan; pero posteriormente sus consejos pueden resultar de una gran utilidad. Las páginas están en blanco y negro, por lo que las fotos no son algo que destaque en su interior. Por el contrario se pueden encontrar infinidad de mapas o planos de ciudades con las cosas más importantes para visitar.
Un inconveniente puede ser la subjetividad del autor, ya que en algunas ocasiones emite opiniones muy personales sobre ciertos lugares que puede que no coincidan con las del lector.
Guías azules cuenta con más de 200 destinos turísticos que cubren en parte la totalidad del globo y ,para que no pierdan vigencia, un grupo de corresponsales y redactores se encargan de revisar las ediciones periódicamente.

La guía Lonely Planet presume de ser la mejor para el viajero independiente. El Grupo Planeta es el encargado de esta colección. Los autores de estas guías viven permanentemente o de forma temporal en el país sobre el cual escriben, lo cual aporta una mayor fiabilidad a la información que transmiten. Uno de sus principales objetivos es dar con informaciones interesantes y detalles curiosos de aquellos destinos que cubren.
Según su página web, la idea de las guías Lonely Planet se remonta a 1970, cuando una pareja de recién casados Muareen y Tony Wheeler, decidieron atravesar Asia acabando su viaje en Australia ,sin nada en sus bolsillos. Después de esta apasionante experiencia, fueron muchos los que se interesaron por su periplo y les pidieron consejos; estos acabaron formando parte de la guía Across Asia on the Cheap (Atravesar Asia sin un duro). El éxito de esta publicación les llevó a una nueva aventura, la guía South-East Asia on a Shoestring (El sudestea asiático para presupuestos reducidos). Con 800 .000 ejemplares vendidos, fue bautizada como la “biblia amarilla”.
Esta guía es de las más reconocidas a nivel internacional no solo por su información sino también por sus fotografías; además cuenta con ediciones en 11 idiomas.

El precio de este tipo de guías suele oscilar entre los 20 y 25 euros. Si bien es cierto que son guías muy completas, muy útiles para largos viajes.
Si se hacen escapadas de fin de semana o puentes, puedes encontrar guías compactas más manejables y económicas, que te guíen hacia aquello que, bajo ningún concepto, te puedes perder.

Una guía de viajes supone llegar a esa playa que siempre soñaste ver, es conseguir esa fotografía de postal, es visitar un yacimiento histórico del que muy poca gente ha oído hablar o descubrir que aquel artista estudiaste cuando ibas al colegio y que tanto te gustaba nació, vivió o murió en ese lugar.

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